¿Sabes? Hoy
me desperté pensando en ti;
Pensé en la
cantidad de momentos que hemos vivido en estos años y los recuerdos que nos han
dejado.
Recordé como
pasaste de ser un desconocido a formar parte de mi vida.
Recordé como
me sentía las primeras semanas de aquel enero, en las que me ponía nerviosa
cuando te veía a lo lejos dirigirte hacia a mí. Recordé como me pasaba las
horas frente al ordenador esperando a que me hablaras en algún momento y cómo
me emocionaba leer un "te quiero". Recordé ese abrazo en la azotea
frente a aquellas maravillosas vistas y recordé las miles de veces que escribí
tu nombre en mi agenda.
Jamás te
paras a pensar que detrás de un "te quiero" se encuentra todo lo que
quiero vivir a su lado, que no son simples palabras vacías. Porque nada vale
más que coger su mano y declarar la guerra al mundo y restregar la felicidad
que me negaron un día. Supongo que nunca te paras a pensar en todo lo que haría
por ti con tal de verte feliz.
Gracias por
dejarme tener el privilegio de compartir mis días contigo, gracias por dejarme
ser la única que conoce todo sobre tí, por tus más y tus menos, por dejarme
verte de mil maneras distintas, por compartir el lado derecho de tu cama, por
aguantar mis malas caras, mi estrés y mis manias.
En estos
años te has convertido en el chico de mis sueños y en el hombre de mi vida, en
aquel amor que jamás se olvida.
Brindemos
por nuestras noches de película y manta, por cada conversación hasta las tantas
de la mañana y por los miles de sueños que aún nos quedan por cumplir. Pero siempre
juntos.
Te quiero
como ya nadie quiere, de verdad.
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